LASTIMOSAMENTE LA ESTUPIDEZ, NO ES UN DELITO

Traspasar el respeto que se tiene que tener por la libertad de expresión es lo que hicieron estos comediantes – bueno suelen llamarse así, estos hechos no deben ser objetos de burlas o risas, son personas irresponsables e insensibles al no ver los límites y respeto que trastocan con un humor negro – según ellos, sin medir consecuencias de sus acciones.


Toda acción siempre trae una consecuencia y razón, en este caso podemos apreciar que en el Derecho podemos determinar ciertas posibles sanciones, el tema de un procedimiento administrativo tecnológico (Son de las plataformas virtuales) – en este caso YouTube, el cual se rige bajo un estatuto normativo llamado” normas comunitarias”, cuando se infringen estas se establece un procedimiento administrativo contra el creador o canal de video, para que realicen sus descargos , las sanciones son diversas de acuerdo a la gravedad que se puede observar.


Tenemos a su vez el artículo 13.4 de la Convención Americana de Derechos Humanos, cuando se tratase de menores de edad, niños y niñas se puede restringir la libertad de expresión, cualquier contenido  censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral.


En síntesis, tomar en serio los chistes con connotaciones sexistas u homofóbicas es fundamental para comenzar a trasformar las normas sociales que sustentan la violencia basada en el género. La expresión del sexismo y de la homofobia bajo el velo del humor hace que sea uno de los medios más efectivos para promover y mantener el prejuicio sexual, por una parte, porque dificulta su reconocimiento y obstaculiza la confrontación y, por otra, porque aumenta la tolerancia a la ocurrencia de este tipo de mensajes denigrantes en el futuro.


Finalmente, recordemos que «los chistes sirven para comunicar a otros quiénes somos y quiénes creemos que son los otros en los contextos en los que interactuamos». También es importante reconocer que el buen sentido del humor, ese que nos hace reír sin recurrir a la degradación de otro ser humano, es un factor de protección que promueve el bienestar físico, psicológico y social. Ese tipo de humor es el que debemos apoyar.