CÓMO SALIMOS DE ESTA SITUACIÓN DE CRISIS

No exageramos afirmando que la mayoría de peruanos –a excepción de la representación política en el ejecutivo y legislativo- somos conscientes de la gravedad de la crisis política y de gobernabilidad que estamos viviendo y padeciendo de sus consecuencias; por tanto, dentro de la incertidumbre que agobia, la pregunta recurrente es: ¿y cómo salimos de ésta?


La situación continuará motivando la utilización de impresionantes espacios radiales, televisivos, escritos, digitales etc., tratando el asunto y proponiendo fórmulas de solución que de nada sirven, porque no hay la mínima voluntad política de los actores llamados a buscar una solución de visión compartida e inmediata. Esto tiene una explicación, no está en su agenda desprenderse del poder y sus sinecuras. Les aterra “recortarse el periodo”, no tienen lealtad con el país.


Poco o nada parece interesarles los análisis de expertos en el sentido que la profundidad y duración de la crisis alimentaria global será aún mayor para el Perú, además del incremento de precios de los combustibles y alimentos que importamos, habrá escasez y aumento de precio de los alimentos que producimos; por lo que, si no funciona la gobernabilidad, seremos víctimas de estragos que se pueden, cuando menos, aliviar.


En este contexto, la censura al PCM sería una oportunidad de enmienda para el presidente Castillo de su errada decisión de someterse ante el lado estalinista de PL, nombrando ministros y funcionarios “clave” -como en los ministerios de Energía y Minas, Agricultura, Transportes y Salud, por ejemplo- sin los requisitos mínimos de idoneidad profesional y ética pública.


Insistimos en la necesidad de un Acuerdo Nacional por la disminución del período legislativo y ejecutivo, con la renuncia del presidente, la sucesión de la vice presidenta con un gabinete de independientes para la etapa de transición, dentro de la cual; el Congreso se debe abocar a las reformas necesarias e indispensables, empezando por las que disminuyan el período, reformen la política en función a la ética pública. Una propuesta para “salir de ésta”.


No esperar que las calles se pronuncien directamente forzando soluciones dentro de un ambiente de violencia (demandas y represiones) Estamos a tiempo de salvarnos de la anarquía, que repetimos, otra vez; es el objetivo subalterno para apurar una asamblea constituyente, cuyo tiempo es el que se genera por consensos y no por los disensos en un país polarizado, como el que estamos viviendo.