
Para la mayoría de madres, decir que la pandemia COVID-19 ha sido estresante sería un eufemismo. La combinación de la presión financiera, falta de trabajo, tener a los hijos todo el día en casa, problemas de salud son algunos problemas que aquejan a las familias, además estos mismos afectan en la salud mental donde se pronostica un incremento como efecto secundario de la COVID-19 y las medidas que se han adoptado para contenerlo.
“Actualmente estamos asistiendo a una escalada de ansiedad y depresión en madres, asimismo hemos captado que las madres embarazadas, y las que tienen niños pequeños, experimentan un incremento en los síntomas de ansiedad y depresión. Un historial de enfermedades mentales, conflictos domésticos y estrés financiero se han asociado con una peor salud mental en varios grupos de edad infantil. Estas cifras son especialmente preocupantes porqué los niños pequeños son altamente vulnerables a las enfermedades mentales maternas debido a su dependencia casi total para satisfacer las necesidades básicas de seguridad y salud refirió la Psicóloga Milagros Yesenia Tueros Vidal.
Igualmente el aumento de enfermedades mentales de madres, combinado con el hecho de que los niños y niñas pasan más tiempo en casa debido a la COVID-19, presenta múltiples riesgos, incluidas alteraciones en la función del sistema de estrés de los niños, tasas más altas de problemas de salud física y alteraciones cognitivas, en niños lo más preocupante es que estén en constante uso de la tecnología ya que está provocando adicción en los menores aseveró que lo más prudente es utilizar estos equipos electrónicos de 1 a 2 horas pero ahora por tiempo de pandemia están utilizando alrededor de 6 horas.
Ocasionando la adición a los juegos manifestó.
El estrés de madres asociado a enfermedades mentales también puede provocar interacciones negativas, incluida una dura disciplina y ser menos sensibles a las necesidades de los niños. Además, la depresión puede contribuir a agravar problemas de salud y a una baja calidad de vida, siendo el suicidio una de las principales causas de mortalidad de las mujeres en edad fértil que pueden aumentar si se siguen sin tratar las tasas elevadas de problemas de salud mental, finalizó la Psicóloga.
