LA CULPA NO ERA MIA

Nos hemos acostumbrado a echarles la culpa a otros por nuestros errores, ello nos demuestra que no somos capaces de aceptar nuestra culpabilidad y de aceptar nuestra responsabilidad de lo que ello conlleva. En la política, los errores tienen un precio y muchas veces llegan a sentenciar (políticamente) a todo aquel que actúe en forma deshonesta o pretenda culpar a otros de sus malas acciones.

Hace semanas atrás (dos, para ser precisos – 17 agosto 2022) leíamos en redes sociales y en diferentes medios de comunicación, a un candidato para el distrito de El Tambo, ex jefe de Indecopi, señalar que NO era su responsabilidad el haber emitido una resolución de ampliación de giro a favor de una famosa discoteca (La Jora) donde en sus inmediaciones se acuchilló y mató a un joven estudiante de 17 años, alegando pues que fue la propia municipalidad distrital de El Tambo la que dejó consentir dicho documento a favor del mencionado local mediante el Silencio Administrativo Positivo.

Sin duda esto nos ha permitido conocer más a fondo el lado “profesional” y sobretodo humano del “candidato” y de lo grave en que se puede justificar sobre tal procedimiento que cobró la vida del joven Joseph B.R.S., enlutando a una familia que guardaba la esperanza de ver en él un futuro porvenir.

Caso similar hoy nuevamente vemos como es fácil culpar a otros por nuestras responsabilidades o errores, directos e indirectos, y es que el ahora retirado “ex” candidato al Gobierno Regional de Junín, “sr. Unchupaico”, ha señalado que por los errores de sus operadores digitales de haber omitido consignar (declarar, señalar, citar, mencionar, etc., los sinónimos son propios) información, que él mismo les dió, en su hoja de vida sobre una sentencia del año 2004 por difamación, ha hecho que el Jurado Nacional de Elecciones declare mediante Resolución No. 3348-2022-JNE infundado el recurso de apelación presentado por su agrupación (personero legal).

Aquí, nos demuestra que para el señor Ángel Dante es fácil lavarse las manos y culpar a otros por tal grave omisión, que hoy lo deja fuera del sueño de volver a administrar los recursos de nuestra región. Cabe precisar que su gestión en el GORE Junín no ha sido la mejor y más por el contrario se han paralizado obras que la población ha esperado con ansias perjudicando así a miles de juninenses por su propia mezquindad política (una de ellas, el nuevo Hospital Materno Infantil El Carmen).

Es por ello, que de estos dos ejemplos de dos personajes que no asumen una responsabilidad “política” y que por el contrario se justifican bajo argumentos infantiles, nos preguntamos si podemos confiar en nuestra clase política o en el que si de llegar estos personajes (al menos uno de ellos que aún sigue en carrera electoral) a administrar una gestión municipal y los recursos del Estado, nos garantice(n) que va(n) a asumir su(s) responsabilidad(es) ante cualquier situación por actos o procedimientos administrativos de acción u omisión que como resultado atente contra la población o ciudadanía, salga al frente y responda con la frente en alto?

Hay responsabilidades políticas que jamás se podrán evadir con el simple hecho de declarar que LA CULPA NO ERA MIA.