Muchas opciones se han tejido en torno al debate de tres días para la votación final de aprobar o no el adelanto de elecciones planteado por diversas bancadas tales como Acción Popular, Renovación Popular, Avanza País y Fuerza Popular para el 2023, sin incluir la figura de un referéndum para una posible Asamblea Constituyente (figura que ha planteado y ha condicionado para otorgar su voto las bancadas de Perú Libre y aliados).
Este miércoles, hemos sido testigos de cómo una vez más el Congreso de la República ha fracasado en su intento de adelantar las elecciones, clara muestra de que falta diálogo y consenso entre grupos de izquierda, centro y derecha. Mientras tanto nuestro país sigue en paro, bloqueos y convulsión social. Y es que el muy tocado y mencionada “texto sustitutorio” de la comisión de Constitución dirigida por el fujimorista Hernando Guerra García, que planteaba llevar a cabo unos comicios electorales COMPLEMENTARIOS para diciembre 2023 y, en caso de darse una segunda vuelta electoral esta se realizaría en enero o febrero de 2024, no alcanzó los votos necesarios, llegando a 54 parlamentarios de acuerdo y 68 en contra – sorprende aquí la abstención de dos legisladores Segundo Acuña y Alejandro Muñante.
Esto no acaba aquí, y es que en minoría se tiene aún por debatir otra propuesta de texto sustitutorio, la del Partido de Perú Libre que busca aprobar un adelanto de elecciones para abril 2023 o en un plazo máximo de cuatro meses, incluyendo en la misma un referéndum donde se le consulte a la población si está de acuerdo o no con la instalación de una Asamblea Constituyente (recordemos que ésta, siempre ha sido la propuesta de Vladimir Cerrón y la del ex presidente Pedro Castillo dada a conocer en cada uno de los 19 Consejos de Ministros Descentralizados que se realizaron a nivel nacional).
De no contar con los votos necesarios, aún queda evaluar y aprobar en la siguiente legislatura el adelanto de elecciones para abril de 2024, propuesta que en su momento fue planteada por la presidenta Dina Boluarte. Mientras tanto a los peruanos nos toca seguir esperando que el congreso busque las salidas constitucionales más saludables ante esta crisis de gobierno, social, económica y política.
Crisis de Gobierno por parte del Ejecutivo en cuanto a la falta de una política firme de Estado para contrarrestar y disminuir las brechas en infraestructura, saneamiento, formalización, trabajo, salud y educación. Crisis Social por las manifestaciones que se agudizan y que al parecer no tienen cuando acabar, por el contrario hasta hoy han acabado con la vida de 58 compatriotas entre civiles y militares (incluyendo niños y adultos mayores, indirectamente afectados por el bloqueo de carreteras). Crisis Económica por los millones de soles que pierde el país ante el cierre de empresas, toma de aeropuertos y falta de inversión extranjera, ejm.: en nuestra región el estimado en pérdidas es de más de S/ 20 millones de soles principalmente por el turismo en la selva central como consecuencia de los constantes bloqueos de carreteras (fuente: CCH). Acotemos que más del 60% de nuestra población en Huancayo y la región Junín subsiste por los ingresos que generan del día a día (fuente: CCH) que proviene del mercado informal o fuerza laboral informal y, por último Crisis Política por cuanto el Legislativo no muestra una clara respuesta de solución inmediata. Los votos están en manos de los propios parlamentarios para poner fin a esta situación se adelantan las elecciones armoniosamente con una votación responsable en el parlamento para el 2023 o se presiona socialmente la renuncia de la Pdta. Dina Ercila llamando con ello a nuevas elecciones generales de inmediato.
