SI EL VRAEM FUERA LIMA

Hace unas semanas fue asesinado el líder nativo Santiago Contiricón. Su muerte ha paralizado a la gran nación asháninka y la ha hecho exigir con rabia y frustración, justamente lo que él quería, desarrollo. Mi imaginación tanática y pesimista me ha llevado a pensar cómo entendería el desarrollo el gobierno y creo que para éste, el desarrollo es ser como Lima, entonces, para que el VRAEM se desarrollará, tendría que ser Lima.

Así, si el VRAEM fuera Lima, Augusto Hilser sería Francisco Pizarro, amado por los migrantes y odiado por los invadidos. Francisco Irazola sería Bartolomé de las Casas, el amante de aborígenes e introductor de la fé. Los asháninkas, nomatsiguengas y kakintes, serían tahuantinsuyanos. Los Durán Panez serían los Prado. Salvador Urco, sería Nicolás de Ribera. El terremoto de 1947 sería el terremoto de 1746. El 28 de julio de 1821, sería el 26 de marzo de 1965. Adolfo Lanyi (que escribió la Colonización de Satipo) sería su Jorge Basadre. Augusto B. Leguía sería Carlos V y Fernando Belaúnde sería Felipe II. Las matanzas del 2011 y del 2016 y la de Vizcatán del Ene se habrían hecho después de las elecciones y no antes y entonces si se hubiese dicho que era rendición de cuentas. Santiago Contiricón Antúnez sería Pedro Pablo Atusparia y Edgard Zevallos Ramírez sería Nicolás de Piérola. Y en lugar de recordar cada año la retoma de la embajada del Japón de 1997, se recordaría a nivel nacional a los caídos en la autodefensa en Poyeni, en el Valle de Tambo o en Puerto Bermúdez.

Si el VRAEM fuera Lima, probablemente no habría bullyng, ni corrupción si la veracidad, honradez, el trabajo diligente y la obediencia a los padres practicadas por los asháninkas, no distorsionados con las costumbres occidentales, se siguieran practicando y ridículos programas educativos políticos regionales no encontrarían asidero. En lugar de música coreana las chavalas bailarían el maniquetagantsi, y en lugar de pintarse los labios con restos de petróleo, se pintarían la cara con achiote y no sólo habría color, sino también simbología en el maquillaje. En lugar de faldas de corte francés, se impondrían estilos de Cushma en los que invertirían Coco Chanel o Giorgio Armani, y la textilería y artesanía se exportarían.

Los jefes religiosos no hablarían del cielo sino del jenókiite y en lugar del infierno, del sharingaveni, el Sol sería el todopoderoso. Las Federaciones Indígenas, acaso serían análogos a los atomizados grupos de izquierda oxidada y los más de los jefes nativos lo serían también jefes de campañas políticas.

En lugar de papa rellena consumiríamos yuca rellena y en lugar de cebiche de cojinova, disfrutaríamos el cebiche de doncella, no matarían tantos chanchos y domesticaríamos al zamaño, Habría Zamaño San Fernando S.A. Los pobres seguirían consumiendo café, cacao, yuca, piña, plátano, naranja, papa nativa, papa blanca, maíz amarillo duro, maíz amiláceo, maíz choclo, palto, achiote, papaya, alfalfa, papa amarilla, maní, haba, oca, frijol, trigo, arveja, arroz y papa huayro porque porque son baratos y no son rentables. Las municipalidades no perderían el tiempo haciendo proyectos productivos.

Cutivireni se haría un San Juan de Lurigancho, superpoblado y desordenado. Atalaya sería el Ancón de los 50s, lejos de la urbe y exclusivo para los que tienen plata. Para colectar nuestras evacuaciones tendríamos dos ríos Rímac: el río Tambo y el río Mantaro. Poyeni sería Chosica, alejado un poco de la urbe para alucinar un mundo sin smog. Los árboles serían postes. El Parque Nacional de Otishi y la Cordillera de Vilcababna serían la Resera Nor Yauyos Cochas, los medios hablarían de ellos, pero casi nadie iría. Las carreteras 5S de Puerto Prado y la carretera Concepción – Satipo serían las carreteras centrales, congestionadas y olvidadas. Puerto Ene y Vizcatán del Ene serían el Callao, tierras sin control. Y Canayre sería las playas de Asia. La tierra de los kakintes, de la Comunidad de Tsoroja, sería Huaycán, una tierra que casi extingue su cultura y donde no se conocen de derechos. Quizá el río Ene sería el muro de la vergüenza, al este los nativos y al oeste los colonos. Los domingos, el estrés llevaría a los citadinos, no a Chosica, sino a Parijaro o a las cataratas de Tsyapo. El curso del Ene sería la carretera panamericana. La bodega RMY, sería Metro. El Pavirontsi Natural Bridge sería el puente de los suspiros. Lima Sur sería Vizcatán del Ene (sus centros poblados: José Olaya, Belén, Nueva Esperanza, San Juan de Mantaro y Nazangaro, de donde sale el camino Mapirunto – Yaviro, serían distritos que recepcionarían a los foráneos del sur), también descontrolado. Probablemente aquí se instalarían “los hermanitos” de la Corte Suprema.

El arawac sería una lengua romance y los profesores tendrían certificados de español fabricados en “pandita” para poder enseñar a los asháninkas, nomatsiguengas o kakintes. En lugar de la Corte de San José de Costa Rica, seríamos parte del IV Tribunal Russell de Rótterdam. Habría más juzgados de tierras, que de familia. Los petroglifos de Llaylla, Paratushali, Pangoa y Pampa Hermosa, sería huacas descuidadas por el Ministerio de Cultura, de valor sólo para arqueólogos en extinción de la Universidad de San Marcos. La ULADECH, sería la Vallejo. Ante ausencia de Inkafarmas, el barbasco se industrializaría. A lo largo del Perené habría más discotecas que restaurantes turísticos y el biotipo perfecto sería Arawak y no indoeuropeo. Repsol, seguiría siendo Repsol.

En la cuenca Alta del Ene habría barones de la coca y quizá agroindustria. El precio de la coca dependería de toda la parafernalia burocrática de hacerla un producto de calidad y de certificados de SENASA. El cacao y el café serían ilegales, pero de alta demanda, por tanto, no habría necesidad de procesarlas para venderlas a altos precios. Si el café y el cacao fuesen clandestinos ya se hubiese desertificado la cuenca alta del Ene en los 60s. Fujimori hubiese hecho un Chavimochic para la coca en los 90s. Los medios oficiales no entrevistarían a Pedro Yaranga, sino a Jaime Antezana.

Hoy, no sólo se destinarían 10 000 hectáreas para el cultivo formal de la coca, nuestra narcoburguesía promovería tratados de libre comercio con el mercado negro europeo y nortemaericano. El 65% de los pobres de hoy en la zona, lo seguirían siendo, pero ahora tendrían televisión. De seguro ya la hidroeléctrica de Paquitzapango estaría construida. El 26% de extremos pobres de hoy también lo habría y seguirían viviendo en chozas en las que de cuando en cuando algún periodista curioso haría un reportaje para no perder la costumbre de exponer la indiferencia ante la desigualdad. La Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas, la Política Nacional contra las Drogas y el Plan Multisectorial de la Zona Estratégica del VRAEM serían el Plan Bicentenario, igual de ilusos. DEVIDA, el Ministerio del Interior, la Secretaría de Integridad Pública y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego serían la Mancomunidad Regional de Lima. La economía agropecuaria de Lima clamaría diversificarse. Miraríamos más al oriente, pero menos al occidente. Ya la carretera JU 108 y JU 109 habrían sido construidas y hasta mi ferrocarril con su tren de La Oroya hacia Macchu Picchu habría sido aprobado por la Autoridad Nacional de Infraestructura de Otárola.

Arnoldo sería Keiko y sus votantes aquellos a los que regala conglomerante de caliza y arcilla calcinada. Orihuela, sería Verónika, suavecito. Charlymay sería Urresti. Dimas sería PPK, Zózimo sería un mal arreglado porki, queriéndonos hacer potencia mundial con su revolución agraria imaginaria y yo sería una mala copia de Sagasti o un buen prospecto de Guzmán para los no holísticos. Los terroristas serían narcos, pero los narcos no serían terroristas. Los Quispe Palomino serían alcaldes o quizá congresistas. Joaquín Ramírez andaría clandestino en la sierra limeña y Keiko sería protectora de mochileros. En la sierra limeña estaría la DIRCOTE en lugar de la DIVIAJ. La costa sería la sierra y el sur sería el norte. El Gobierno Regional seguiría promoviendo los negocios de algún proveedor en la feria de Yauris. Dina sería demócrata y Kelsy sería la Oxenford.

Si Lima fuera el Vraem, la Derecha se movería más a la derecha. Si el VRAEM fuera Lima, esta narración no existiría.