La pandemia nos enseñó mucho, el cuidarnos, unión familiar, también permitió la reconciliación familiar por el estado de convivencia y hasta divorcios, pero lo que sí pudimos observar en redes sociales fue la gran cantidad de anarquistas, aquellos opinologos que negaban la existencia de esta enfermedad (covid19), posterior a ello vimos que cuando se infectaron y vieron la muerte de cerca trataron de inducir a un determinado tratamiento pero sin perder el sentido de ser anarquistas, eso que les daba tribuna o los hacia tener 5 minutos de fama en estas redes sociales. Y se quejaban de todo, culpando de sus desgracias al gobierno, sea cual fuere, pero defendían a capa y espada ser originarios.
Sí ORIGINARIOS, se hacen llamar dueños de la raza milenaria, pero no saben si son de los Incas, Chancas, o por último Huancas, en nuestra región no se identifican con ninguna de ellas, ellos asumen tener todo en uno, sin saber que los Chancas o los Huancas fueron opositores a los Incas y ayudaron a los Españoles a vencer a estos últimos, pero hasta ahí eran colosales leerlos, muchas veces anecdóticos, pero nunca tuvieron mayor preponderancia, salvo el pasar el tiempo leyendo o contestándoles para pasar la pandemia y que no sea aburrido, decían.
No se identificaban con ningún partido de gobierno, es más, negaban la existencia de que alguno de ellos los representará, salvo el ser reconocidos por la Pachamama, pero llegó la polarización política y estos anárquicos originarios vieron su salida a la palestra política desde el Bicentenario, ahora son más radicales, son más intransigentes, llevando al extremo de autodenominarse “DUEÑOS DE LAS TIERRAS”, deciden “QUIEN ES PERUANO O NO”, determinan “QUIEN PUEDE OPINAR SOBRE LA COYUNTURA NACIONAL”, tanto así que ahora son anárquicos originarios e hijos del “pueblo”, estos ahora se hacen presente en las redes sociales enarbolando la lucha de clases, el odio entre los emergentes para ellos “ricos” y los que no pudieron salir en base al esfuerzo, culpando a papá gobierno de su pobreza.
Lo más detestable es que ahora cuando se les consulta quienes si pueden ser considerados peruanos o que requisito los identifica a estos autodenominados originarios, con mucha desfachatez y sin vergüenza dicen “el que tiene cara de Inca”, o el que tiene apellido más autóctono, sin entender que esto es un nuevo sectarismo y RACISMO, sí, eso de lo que se quejaban según ellos que sufrieron de los supuestos blanquitos peruanos de la casta limeña, ahora se sienten envalentonados y están teniendo respuesta, por el resentimiento generado al no tener éxito por mérito propio, preocupante accionar y sin reacción de aquellos que son ahora excluidos por tener un apellido supuestamente extranjero, color no cobrizo, o ser nacido en la capital.
