¿DESPROPORCIONAL O JUSTO?
El asesinato que un ciudadano venezolano, José Alberto Jirón Holder, perpetró este 5 de abril contra el ciudadano peruano Marco Carlo Núñez, de apenas 30 años, conductor que llevaba una encomienda por semana santa en Cercado de Lima, y quien al negarse que limpien su parabrisa, fue víctima del homicida que lo vio vulnerable al salir del auto y lo mató clavándole unas tijeras frente a su familia.
Este suceso en los últimos días ha traído en agenda pública “recién” la problemática del limpiaparabrisas ambulante e ilegal que toma por asalto la calle y quiere obligarnos con prepotencia a darle trabajo, las ordenanzas y multas que imponen sobre conductores y limpiadores de autos en la vía pública como –“Techito Bruce” y “Porky López Aliaga” y demás alcaldes que imitan y se afanan de señalar que realizarán o realizan algo para dar una solución mediante su propia autonomía sancionadora , no hacen nada más que repetir la solución de siempre, que es la de forma y no de fondo. Analicemos el problema y busquemos soluciones:
Primero. – Tenemos que partir con ver que esta actividad ilegal es una estrategia de sobrevivencia (gente de escasos recursos económicos, migrantes, etc.). No la realizan pequeños ni medianos empresarios, sino personas que no fueron asimilados al mercado formal o informal. Por ello no les queda otra cosa que limpiar parabrisas, vender caramelos u otros productos, sin respetar las reglas de juego de la formalidad.
Segundo. – Para resolver el problema del comercio ilegal y ambulatorio en un territorio como nuestro país, se requiere una estrategia integral. No puede atacarse con medidas parciales, como un control represivo siendo discriminatoria y afectando su sobrevivencia de miles de personas que están dedicadas a estas labores. Hasta la fecha ninguna asociación como AMPE, demás instituciones y gobiernos locales han propuesto programas para generar empleos colectivos o comunales alternativos. El objetivo es que estas personas no sigan buscando su ingreso temporal en la clandestinidad y evitar que siga existiendo espacios de vulneración propias y/o terceros.
Tercero. – La problemática migratoria sigue siendo un problema que el estado no ha podido solucionar hasta ahora, en realidad tenemos que muchos de los perseguidos son extranjeros indocumentados, ilegales o en tránsito. Estos serán detenidos y deportados un día, pero luego regresarán por la puerta trasera de nuestros puestos fronterizos para repetir el círculo vicioso del cual nunca salimos hasta la fecha, más de décadas y años sin tener una solución.
¿De verdad queremos resolver el problema del comercio ambulatorio ilegal en el país, o solo utilizamos la coyuntura de una vida que fue esfumada a costas de una problemática que nadie ha propuesto o realizado una solución?, mucho que reflexionar y poner en acción, labores integrales, no del momento sin fondo y meramente represivos.
