PRESUPUESTO EN SALUD

A pesar de que aún nos encontramos en plena pandemia, estamos ante un breve momento de calma en relación a lo que significó la crisis sanitaria del 2020. Y en ese sentido es preciso que se planteen serias reflexiones. Aunque desde siempre se escuchan las voces de los analistas y expertos en el mismo sentido, sobre lo precario de nuestro sistema de salud, la fragmentación, y la falta de un sistema de aseguramiento universal fortalecido.

Es necesario hacerlas, pero también desde otra perspectiva, la de los cambios profundos, desde la ciudadanía y los pueblos en su plena diversidad.


Haciendo un análisis general y bastante objetivo, hablemos sobre el presupuesto en salud. Según informa la Guía de Orientación al Ciudadano del Presupuesto Público 2022 del Ministerio de Economía y Finanzas, de los casi 200 000 millones de soles de presupuesto destinado al sector público para este año 2022, se ha decidido que el sector salud sea prioritario, y para ello le otorgan casi 23 000 millones, lo que incrementa en 9.3% respecto al 2021. Sin embargo, esto ¿será suficiente? O mejor aún ¿será relevante para cubrir las necesidades de salud del país?


Se establece que el presupuesto será distribuido para la emergencia sanitaria, para cubrir las necesidades de personal de salud, para continuar con el proceso de descentralización, fortalecer el acceso al cuidado y atención integral, así como inversiones en estrategias de salud, infraestructura y equipamiento de establecimientos y otras prioritarias. Y así, más o menos en ese orden. Sin embargo, resulta un poco poético cuando está claro que no hay cambios de fondo importantes, sobre todo teniendo en cuenta las promesas que este gobierno hizo en relación de algunos derechos como es el de acceso a la salud.


De acuerdo con la OPS (Organización Panamericana de la Salud), el acceso a la salud es la “capacidad de utilizar servicios de salud integrales, adecuados, oportunos y de calidad, en el momento en que se necesiten”. ¿Será posible esto, planteando un presupuesto como el descrito? Y además, ¿será lo único necesario para poder cumplir con las necesidades básicas en salud de la población del territorio peruano?


Un presupuesto que está basado en objetivos que solo cubren situaciones circunstanciales, pero no de fondo, no podrá jamás cubrir ni el acceso a la salud, que es solo un pequeño aspecto de lo que significa atender la salud de la población de un país. No importa que tan bien pueda ejecutarse, e incluso en un supuesto bastante utópico, si no hubiera corrupción. Si la mirada que se tiene del derecho a la salud no está orientada desde la perspectiva de los derechos humanos, lo único que se podrá conseguir con algunas buenas voluntades es que solo algunos de los sectores más privilegiados tengan algún tipo de acceso, pero jamás será universal.


Las barreras de acceso a salud son dificultades a nivel de varios aspectos, geográficos, económicos, sociales, culturales, e incluso políticos; que generan que la mayoría de personas en nuestro país no puedan gozar de atención integral en salud y mucho menos acceso. Eso hablando solo de aspectos superficiales de lo que significa la salud, porque en realidad está se basa en lo que llamamos los determinantes sociales, y estos están relacionados con otros derechos, educación, trabajo y vivienda, solo por mencionar unos pocos, pero fundamentales para poder comprender lo que se pretende con este análisis.


No basta con el incremento de presupuesto, qué siendo sinceros, es insuficiente y no cubre con el estándar que se exige a nivel internacional. En realidad, lo que se requiere para iniciar un camino que respete como seres humanos a la población de este país, es replantear el sistema de salud desde sus propias leyes. Leyes que refuerzan el pensamiento instaurando que describe el derecho a la salud como un bien que debe ser entregado de manera segregada y no algo universal inherente a todo ser que habite este territorio.


Las responsabilidades que tiene este gobierno no son más que haber incumplido con la promesa de sostener una asamblea que consulte por cambios en nuestra constitución, pero este sistema nació desigual, nació para segregar y se instauró con mirada mercantilista y discriminadora, que le dice siempre a la población mayoritaria que no es un ser de iguales derechos, que solo es un objeto parte de la maquinaria de un sistema de producción y consumo, y nada más. Termino la reflexión con una interrogante más ¿cuál es el rol de la ciudadanía para la solución de este problema?