PRESENTACIÓN DE CUARTO GABINETE DESCUBRIRÁ INTERESES QUE SE PRIORIZAN EN EL CONGRESO

Vivimos horas cruciales para la continuidad del periodo constitucional iniciado el 28/07/2021, que demandan sensatez y rectificaciones urgentísimas para superar la inestabilidad política, crisis de institucionalidad y caos de gobernabilidad que se agudizan por la mediocridad y falta de rumbo en el Ejecutivo, el lobbismo y legislación contra reformas en el Congreso, que se adicionan a su enfrentamiento y empoderan las voces que ya demandan, se vayan todos y se empiece de nuevo.
En este contexto se produce disque la voluntad de una tregua y hasta un inusitado abrazo que desconcierta. Simultáneamente se desarrolla la conocida ronda de diálogos, especie de rito de negociaciones políticas practicada cada vez que un nuevo gabinete busca el voto de confianza y que, cada vez se devalúa más, por buscar el arreglo vía el “toma y daca”.
Es difícil que esas actitudes forzadas por intereses de poder generen confianza, partiendo porque el “Gabinete Torres” tiene una estructura de innegable cálculo para cubrirse de la vacancia y el congreso una posición por temor a la disolución. Es decir, son motivadas por su anhelo de supervivencia con el poder político.
Es evidente la falta de sinceridad para con la ciudadanía y, desde luego, para honrar la “tregua” y el “abrazo”; pues continúa el trámite de denuncias y, sin esperar la “confianza”, el gabinete cumple con lo que ya es inocultable en esta etapa, su angurria de copamiento de los puestos más importantes y mejor remunerados del Estado con gente activista de PL, mostrando la fuerza de su dueño en el gobierno. Así mismo, por el temor a perder su “estabilidad laboral”, que se desprende de las declaraciones de los congresistas “becarios”.
Y como quien está seguro del temor congresal a que se “dispare la bala de plata”; sobre Hernán Condori, Carlos Palacios, José Gavidia, Juan Silva y Ángel Yldefonso, ministros cuestionados por razones atendibles, el PCM sr. Torres, permanece en silencio que nos avisa, que la tercera confianza vendrá en nombre de la “gobernabilidad”.
La dirección de la votación descubrirá los reales intereses que priorizan los congresistas.