La coyuntura política nacional nos está descuidando del ámbito regional y local. Es necesario el reconocer lo bueno (en caso exista) y cuestionar y denunciar lo malo (lo que vemos a diario) en una gestión regional y sobretodo de nuestros gobierno locales, distritales. A casi siete meses de dejar el municipio distrital de El Tambo, nuestro alcalde experulibrista, no ha satisfecho nuestras expectativas.
El pasado 13 de noviembre del 2021 cumplimos 78 años de creación política y en pleno siglo XXI aún tenemos grandes brechas sociales por reducir. Es necesario que próxima autoridad local se comprometa con llevar mayores y sobretodo mejores propuestas entorno a la salud, infraestructura y seguridad para el distrito más poblado de la región Junín y de mayor presupuesto para su ejecución.
Las noticias de esta semana nos dieron cuenta de la grave inseguridad ciudadana que viene afectando a la población tambina, y es que por mediocridad de esta gestión municipal, y las anteriores, no se logra con reducir del índice de inseguridad ciudadana, teniendo ya puntos de incidencia identificados. La falta de infraestructura para colocar puestos de atención y auxilio para los vecinos así como el número reducido de efectivos del cuerpo de serenazgo agudizan la ola delincuencial, sumándose a ello la inoperatividad de las cámaras de video-vigilancia que no responden al llamado oportuno para la intervención de dichos actos delictivos.
El presupuesto del último año (2021) del municipio tambino para acciones de REDUCCIÓN DE DELITOS Y FALTAS QUE AFECTAN LA SEGURIDAD CIUDADANA, llegó a más de 2 millones 300 mil soles, sin embargo no hay una acción de respuesta inmediata ante la delincuencia. Si le preguntamos a nuestros jóvenes, amas de casa y adultos mayores que tan seguros se encuentran o sienten en las calles, parques y demás zonas del distrito de El Tambo la respuesta es eminente, y es que ni al 10% se llega en la percepción de seguridad. Esto es claro, es un llamado al gobierno distrital a trabajar en coordinación con la comunidad (Juntas Vecinales, Comunidades Campesinas) dotándoles de conocimientos para saber cómo actuar frente a estos hechos, con la Policía Nacional para lograr acuerdos mucho más sólidos para el beneficio de nuestros vecinos y vecinas y desde el propio municipio para capacitar y dotar de herramientas a los serenos para un trabaja de mayor eficacia frente a las denuncias de los pobladores para su intervención cumpliendo con todos los mecanismos necesarios de respeto a los derechos humanos.
Que el próximo alcalde tenga las cosas claras, que hacer frente a la inseguridad ciudadana y cómo hacer para que los índices de delincuencia en nuestro distrito empiecen a disminuir, para lograr un distrito seguro y respetado hay que tener las ideas claras y la voluntad política.
