“Chilca sufre la pérdida de cinco de sus hijos (pobladores) y eso no se puede aceptar. Pedimos cuentas al Estado y la familia debe saber que no se encuentra sola”, con esas palabras el alcalde de Chilca, Carlos De La Cruz, mostró su indignación y llevó el apoyo moral y económico a la familia afectada.
Este miércoles, Alejandra Cahuana de Ochoa, recibió en medio del llanto y dolor los cinco cuerpos de sus hijas Carmen, Diane Genoveva y Marcelina Ochoa Ccahuana y, de sus menores nietas, Luana y Angely de 4 y 1 año de edad, respetivamente.
Hasta el sector de Hualashuata, se hizo presente el alcalde de Chilca, Carlos De La Cruz, quien llevó el pésame, junto Rosa Poma, presidenta de la comunidad de Azapampa, y juntos garantizaron cubrir el costo de los cinco nichos para las personas acribilladas en el VRAEM.
Asimismo, se anunció que el Municipio de Chilca, seguirá con la entrega de víveres y luego de realizar los trámites en la Gerencia de Desarrollo Social, la familia, será incluida en el padrón para ser atendida a través de los programas sociales del Estado.
DOLOR EN EL CORAZÓN
A su turno, la madre afectada quien es natural de Huancavelica, entre sollozos, agradeció la ayuda para la sepultura de sus hijas y nietas. “No saben del dolor que llevo en el corazón, no le deseo este momento a nadie. Quiero agradecer la llegada del Alcalde y de todas las personas bondadosas”, expresó.
El Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), entre la frontera de Junín y Ayacucho, fue el domingo el escenario de la masacre de 16 personas que conmociona al país y principalmente al distrito de Chilca, al perder a cinco integrantes de una sola familia. El ataque ocurrió en la localidad de San Miguel del Ene.
Se informó a través del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, que son cuatro los sobrevivientes que se encuentran protegidos en la base militar de a Pichari para que los curen.
